La Calle Nueva York en el 2005 fue declarada Lugar Histórico Nacional. Por sus cuadras pasaron miles de obreros para ir a trabajar a los frigoríficos y la multitud del 17 de octubre de 1945 para apoyar a Perón.
Corría la década del ‘30 y la calle Nueva York vivía las 24 horas. Sus seis cuadras de empedrado y olor a río desprendían el bullicio cosmopolita de los bares, restaurantes, el cine, las casas de juego clandestino, pensiones, conventillos, sastrerías, zapaterías y joyerías.
Eran épocas de esplendor y pleno empleo. Miles de extranjeros: sirios, búlgaros, griegos, croatas, polacos, españoles, italianos, lituanos, ucranianos, rusos, rumanos, serbios, árabes, judíos, turcos, armenios, eslovenos, franceses caminaban su empedrado para ir a trabajar a los frigoríficos Swift y Armour.
De la calle más cosmopolita de la provincia de Buenos Aires queda una intensa memoria urbana, testimonio y símbolo de hechos que signaron la historia de Berisso y la región: la inmigración, los frigoríficos, el puerto y el 17 de octubre de 1945.
El 24 de junio de 1871, la llegada del saladero San Juan impulsó el desarrollo del primer caserío. En 1904 se inauguró La Plata Cold Storage SA, primer establecimiento dedicado al congelamiento de carnes que tres años después pasaría a ser el frigorífico Swift. En 1915 se fundó Armour. Entre 1910 y 1960 los comerciantes se desvivían por tener un negocio en el camino obligado de todos los que trabajaban en el Swift y Armour. Sólo unos pocos lo conseguían porque por una llave había que pagar fortunas.
Pero en 1983 cerró el último frigorífico y las luces de Nueva York se apagaron. Entonces hubo una gran emigración; el cine fue demolido y muchas viviendas abandonadas fueron usurpadas.
Hoy, de los 120 comercios que funcionaban sólo unos pocos quedan abiertos y del resto únicamente se conserva el frente con persianas bajas y candados. También reina el silencio y la quietud; los perros hacen la siesta en la vereda y algunos vecinos colocan una vela en un monumento al Gauchito Gil.
Todavía persisten algunos hitos de valor arquitectónico, como el conventillo La Mansión de Obreros, construido en 1920, donde los trabajadores de los frigoríficos dormían unas pocas horas para después volver al trabajo.
Eran épocas de esplendor y pleno empleo. Miles de extranjeros: sirios, búlgaros, griegos, croatas, polacos, españoles, italianos, lituanos, ucranianos, rusos, rumanos, serbios, árabes, judíos, turcos, armenios, eslovenos, franceses caminaban su empedrado para ir a trabajar a los frigoríficos Swift y Armour.
De la calle más cosmopolita de la provincia de Buenos Aires queda una intensa memoria urbana, testimonio y símbolo de hechos que signaron la historia de Berisso y la región: la inmigración, los frigoríficos, el puerto y el 17 de octubre de 1945.
El 24 de junio de 1871, la llegada del saladero San Juan impulsó el desarrollo del primer caserío. En 1904 se inauguró La Plata Cold Storage SA, primer establecimiento dedicado al congelamiento de carnes que tres años después pasaría a ser el frigorífico Swift. En 1915 se fundó Armour. Entre 1910 y 1960 los comerciantes se desvivían por tener un negocio en el camino obligado de todos los que trabajaban en el Swift y Armour. Sólo unos pocos lo conseguían porque por una llave había que pagar fortunas.
Pero en 1983 cerró el último frigorífico y las luces de Nueva York se apagaron. Entonces hubo una gran emigración; el cine fue demolido y muchas viviendas abandonadas fueron usurpadas.
Hoy, de los 120 comercios que funcionaban sólo unos pocos quedan abiertos y del resto únicamente se conserva el frente con persianas bajas y candados. También reina el silencio y la quietud; los perros hacen la siesta en la vereda y algunos vecinos colocan una vela en un monumento al Gauchito Gil.
Cada comunidad marca sobre
su suelo distintos modos de relacionarse marca trazas esperanzas clava
puntos y reza Según los grados de
Flexibilidad Permeabilidad Rigidez
de esa geografía
La ciudad es una
experiencia colectiva nos da una visión
de conjunto posible y nos permite
acercarnos a una imagen de
totalidad que generalmente llegamos desde pequeñas y parciales experiencias que hemos
vivido.
La ciudad es texto allí podemos ver los vaivenes de nuestro país la historia tallada piedra a piedra y chapa a chapa como hilos de una trama
Berisso tiene
una concentración de símbolos que
trasciende a la misma localidad Fue
escenario de luchas obreras
y de ensayos habitacionales
Cada cicatriz nos
cuenta la historia de
la ciudad y de nuestro país
Acontecimientos de tejidos
corporizados por una
trama de calles y manzanas que
fueron escenarios de modo de vida en el espacio y en el tiempo
Esas tramas que conformaron
manzanas , una razón de ser
como partes de un conjunto que
nos abarca y
nos atraviesa como conjunto de la sociedad
Es
un lugar donde
hay una sumatoria de
particularidades, de historias de vida yuxtapuestas.
Un monumento que
nos evoca mitos fundamentales y fundacionales.
La Manzana en si misma es una unidad ES una miniciudad
tiene confín tiene limite que esta definido por un surco como ser la calle
La manzana alberga hechos acciones sueños.
La manzana tiene un corazón que actualiza a la plaza en ese pulmón de manzana y la manzana al repetirse conforma la cuadricula el tejido.
Cada interior de la manzana es propio de un grupo Es el lugar de INTIMIDAD de ese grupo que la habita
La
Calle es una estructura perceptible compleja, determinada por una
serie de continuidades fuertemente relacionadas entre si, visibles e invisibles desde
cornisas medianeras de aire Continuidad
de fachadas solados equipamientos urbano.
La esquina es el cruce de las arterias que actualiza permanentemente el cardo y el decumano actualiza la fundación de la ciudad de allí la importancia de las esquinas
Donde los limites se diluyen y el espacio parece gambetear el aire la esquina tiene presencia urbana según el arq Iglesias apoyandose en la fuerza simbólica de dos cruces perpendiculares y su valor de Axis mundi
La ciudad es un conjunto de deseos , es texto ,es obra colectiva, es tiempo , es un gigantesco braile
Existen relaciones visibles e invisibles de correspondencias secretas las cuales debemos descubrir
No hay poesía sin sociedad, pero la sociedad sin poesía no tendría sentido
Stella
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