domingo, mayo 26, 2019

taller+taller Páulino







jueves, mayo 02, 2019

La Paulino

Durante la época del Virreinato del Río de La Plata los fondeaderos de Santa María del Buen Aire, la Ensenada y Montevideo constituían parte de un sistema de transporte con un valor estratégico militar de incalculable valor geopolítico.

El Puerto fue inaugurado el 30 de marzo de 1890, su construcción estuvo a cargo de la empresa Lavalle, Medici y Cía. y fue dirigida por el ingeniero holandés J. A. Waldorp.
El surgimiento de la “estancia” pampeana en territorio indio, junto a la introducción del “saladero” contribuyeron a generar el primer modelo productivo exportador argentino. Ensenada, en primer lugar, y Berisso, más tarde, conformaron uno de los principales centros saladeriles argentinos. En 1810 Ensenada se constituyó como el primer asentamiento urbano de la región y en 1871 Tolosa dio lugar al segundo. En  1879 don Juan Berisso instaló dos saladeros, dando origen a la futura localidad homónima.

1882/ 1890

La fundación de La Plata (1882) en los altos de la Ensenada fue la consecuencia directa de la federalización de la ciudad de Buenos Aires, que convertía a la hasta entonces capital de la Provincia en capital de la República Argentina.

La fundación de la ciudad Capital de la provincia de Buenos Aires tuvo en cuenta principalmente la ubicación del territorio sobre un puerto de aguas profundas hasta el cual pudieran llegar las embarcaciones de mayor calado que realizaban el comercio internacional. Con ello se trataba de asegurar la actividad comercial del primer estado argentino, quien había cedido a la República la ciudad de Buenos Aires.

En mayo de 1882 se promulgó la ley que declaraba Capital de la Provincia a la ciudad de La Plata. Las obras del Puerto La Plata fueron dispuestas por decreto del Presidente Julio A. Roca de octubre de 1882
FRIGORÍFICOS SWIFT Y ARMOUR: en el año 1904 dan comienzo las tareas de faenado de vacunos, a cargo de la empresa "La Plata Coid Storage Limited", de capitales sudafricanos, en la ribera del puerto de La Plata. 9 8 Funciona con dicho nombre hasta 1916, en el cual la empresa Swift, se hace cargo de todas sus instalaciones, modificando los antiguos edificios, para ampliar su capacidad de matanza y atraer gran cantidad de trabajadores provenientes de Berisso, Ensenada y La Plata. Es la primera inversión norteamericana del negocio de la industria de la carne en el país. En 1983 es cerrado definitivamente, pasando en 1989 a manos de la Municipalidad de Berisso, el cual crea el Polígono Informático. En 1911, Armour compra terrenos sobre el mismo puerto, comenzando la construcción de su planta industrial en 1914, que es inaugurada en 1915. Funciona hasta 1969, pasando su personal al Swift. Sus edificios son demolidos en 1985. Estas industrias tenían industrias locales que abastecían sus necesidades internas: elaboración de latas -tachería-, cajones -cajonería-, toneles, bolsas, llaves para las latas de conservas, clavos, costura y stockinette. 

Los primeros habitantes de la isla fueron los obreros que participaron de la construcción del canal de acceso al Puerto de La Plata; luego se fueron instalando inmigrantes italianos, españoles y uruguayos que se dedicaron al cultivo de hortalizas, frutales y vides. En las décadas del ’40 y el ’50 vivían y trabajaban en la isla cientos de personas. En algún momento llegó a estar habitada por casi cien familias, que luego emigraron. 

Hoy son quince familias estables
. La escuela, que hasta hace poco era la única construcción de material de la isla, cerró sus puertas por falta de alumnos.
 No hay energía eléctrica, agua corriente ni gas natural; en el año  2001 se instalaron paneles solares que cambiaron en parte la vida de los isleños, permitiéndoles usar algunos electrodomésticos, como televisores o lavarropas. Las casas son de chapa y madera, y están construidas sobre pilotes que las alejan del suelo para resguardarlas de las crecidas. Un edificio construido recientemente alberga un destacamento policial y una enfermería que brinda servicios a los isleños y a los cientos de turistas que llegan cada verano al lugar, en busca de un descanso rodeado de naturaleza.


La isla, territorio protegido

Leyes internacionales, nacionales y provinciales prohiben la alteración de las islas Paulino y Santiago.
Las islas Paulino y Santiago tienen un doble estándar de protección: son humedales y bosques, paisajes protegidos por la legislación internacional, nacional y provincial, que impide alterarlos en modo alguno. 
En la provincia de Buenos Aires, la Ley 12704/01 establece las condiciones para las áreas que sean declaradas "paisaje protegido de interés provincial", con la finalidad de protegerlas y conservarlas. La zona denominada "Monte Ribereño Isla Paulino, Isla Santiago" obtuvo esa declaración a través de la Ley 12756 que la designa como "Paisaje Protegido de Interés Provincial" para el desarrollo ecoturístico.
La norma incluye la protección sobre la zona formada, en el partido de Berisso, por una franja que incluye a la isla Paulino, “delimitando al norte-noroeste por el Río de la Plata, al oeste el Canal de Acceso al Puerto La Plata hasta el Río Santiago, por éste hasta el canal del saladero y por éste hasta el ejido urbano de Berisso entre el canal de Saladero y el camino de acceso al Balneario Bagliardi, al Este por el camino de acceso al Balneario Bagliardi entre la avenida Montevideo y el Río de la Plata”.
 En su artículo 2, la ley sancionada por el Senado y la Cámara de Diputados de la provincia señala como objetivo “conservar y preservar la integridad del paisaje natural, geomorfológico, histórico y urbanístico de dicha zona”.

La ley indica en su artículo 6 que “cuando la realización de una obra pública o privada pudiera comprometer o alterar las condiciones expuestas en los artículos 2 y 3, la autorización definitiva para su realización otorgada por las autoridades municipales deberá contar con la previa evaluación de impacto ambiental


A veinte minutos en lancha del centro de Berisso, la isla Paulino es un enclave con aires agrestes que alberga quinteros y otros pequeños emprendedores (que producen miel, uva, ciruela, vino). Más de 200 especies de aves y rincones virtualmente vírgenes con montes, cañaverales, arroyos, zanjones y bañados le confieren un encanto particular.
A fines de 2015, el Consorcio del Puerto inició allí las obras del “tablestacado”: una valla de contención conformada con piezas que se clavan en el terreno formando un cerco o muro, en este caso de hormigón y con tensores metálicos. También se impulsaron una puesta en valor del frente ribereño, y el tendido de un nuevo sendero de acceso a la playa. En ese momento, varias familias se quejaron porque tuvieron que decir adiós a sus casas y mudarse un poco más tierra adentro.
Los isleños precisaron oportunamente que “el segmento más complicado por la erosión va desde la escuela de la isla hacia lo que denominamos ‘Las Tres Bocas’, donde la pérdida de tierras supera los 2,30 metros por año; en total, el promedio de desgaste costero ronda los 0,75 metros anuales”.
La Isla Paulino sigue siendo uno de los puntos predilectos para veraneantes con ganas de acampar, pescar o pasar un día de playa en Berisso.