domingo, diciembre 05, 2010

La Frescura de ROCÍO Frias

Una Escalera

Otra Escalera

Dos escaleras, Y.....


Es realmente probable que de no existir semejante "Vitreaux" conciliador de Luz, quizá entremos en el debate de porqué sí o no las dos escaleras.
Ahora realmente no importa, es un tema secundario, lo que es realmente prioritario, de gran jerarquía, es el ambiente logrado.
Es de una sensibilidad infinita el tejido integrador que cose la volumetría, la humecta por doquier.
La Luna derrama su frescura, su Rocío. Y para colmo de buenas, los desniveles y entrepiso, invitan a tal ensueño.
Muy Bueno.
Cesar

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