lunes, agosto 19, 2013

la luz divino tesoro

En Occidente, el más poderoso aliado de la belleza fue
siempre la luz; en la estética tradicional japonesa lo esencial está
en captar el enigma de la sombra. Lo bello no es una sustancia
en sí sino un juego de claroscuros producido por la
yuxtaposición de las diferentes sustancias que va formando el
juego sutil de las modulaciones de la sombra. Lo mismo que una
piedra fosforescente en la oscuridad pierde toda su fascinante
sensación de joya preciosa si fuera expuesta a plena luz, la
belleza pierde toda su existencia si se suprimen los efectos de la
sombra.
En este ensayo clásico, escrito en 1933, Junichirò Tanizaki
va desarrollando con gran refinamiento esta idea medular del
pensamiento oriental,


....clave para entender el color de las lacas,
de la tinta o de los trajes del teatro nò; para aprender a apreciar
el aspecto antiguo del papel o los reflejos velados en la pátina de
los objetos; para prevenirnos contra todo lo que brilla; o para
captar la belleza en la llama vacilante de una lámpara y
descubrir el alma de la arquitectura a través de los grados de
opacidad de los materiales y el silencio y la penumbra del
espacio vacío....



Stella Antelo