sábado, junio 11, 2016

Mito  o leyenda de  Sierra la  animas 
1.       La Sierra de las Animas posee una altura de 502 metros y consiste en un conjunto de relieves de prestancia singular que encierran una historia teñida de leyenda.La sierra esta constituida por numerosos bloques pétreos de edad precámbricas sobreelevados diferencialmente.

 Se dispone en un hemiciclo que protege la ciudad desde el sur. La leyenda dice que lleva ese nombre por "las ánimas en pena ", refiriéndose a los espíritus de los muertos que en vida padecieron injusticias y que vagan por los campos hasta tantos los vivos no logren conjurar el hechizo que los hizo temibles

.Estos espíritus aparecían como "luces malas" o "fuegos fatuos". Se cuenta por ahí que en la Sierra de las Animas alguien vio en ciertas noches, luces blancas, amarillas y rojas como danzando de piedra en piedra.



Cerca de la máxima altura, sobre la vertiente sur, está la cueva de las Animas, también hay largas pircas y ruinas de las viviendas temporarias de arriesgados vaqueros del siglo XVIII, otras fueron construidas por antiguos canteristas del lugar.Esta es una sierra para pasar el día y descubrir en sus entrañas, todas las historias y escondites que posee.
Todas ellas residen todavía en la memoria popular: no son versiones literarias y, con el tiempo, el Imaginario Colectivo le ha ido añadiendo hechos y versiones. Todas ellas hasta ahora, siguen siendo anónimas
Según los antropólogos y los estudiosos de la  literatura folklórica, el mito y la leyenda, aunque no son la misma cosa, comparten algunas condiciones similares. Ambos son anónimos, se transmiten por vía oral (no por medios escritos) se circunscriben a un lugar determinado, tienen carácter prodigioso, y forman parte de la cultura popular.
El mito refiere acontecimientos sobrenaturales protagonizados por seres sobrenaturales. 
La leyenda, en cambio, relata acontecimientos que habrían pasado en cierto tiempo y que la tradición oral cuenta como si hubieran sido verdad..Generalmente explican a su modo el origen de objetos, fenómenos naturales, accidentes geográficos – una roca, una montaña, un río- o hechos presuntamente históricos, -como los “capiangos” aquellos hombres-tigres que habrían integrado la montonera de Facundo Quiroga y cuya sola mención ponía en fuga al enemigo,
No hay autor ni testigo conocidos que den fe de la veracidad inicial de ambas creencias.
¿Por qué llamar “Ánimas” a esas sierras?
 
  Pero hay suposiciones con algún fundamento que lo atribuyen a su proximidad con la nueva necrópolis. El nombre con que se conoce esa formación pétrea suena más romántico y estético  que haberla denominado, por ejemplo, “Sierra de los Muertos”, o “de los Finados” y bastante menos prosaico que “Sierra del Cementerio nuevo”.
Pero el accidente geográfico quedó revestido de un aura esotérica, casi fantasmal. Todo lo que antecede nace de mis propias conjeturas y desconozco si algún documento explica otro origen.
Un cráter, o túnel, que nadie puede mostrar
Treinta años después,picapedreros de Tandil, la idea del cráter reapareció en muchos de los informantes que visité. Algunos aseguraban haberlo visto y hasta intentar el cálculo de su profundidad, soltando piedras cuyo impacto contra el fondo no alcanzaban a escuchar, quizá por demasiado profundo, quizá porque fuera un agujero infinito.
 Gente que vivió en Albion, la población de la cantera próxima, en cambio,  dijo que, aunque buscaron con empeño, nunca pudieron hallarlo.
 Pero todos habían oído hablar del inubícuo accidente.




De centellas y radiaciones de energía
En la noche de un sábado estival de la década  de 1970 se desató sobre Tandil una descomunal tormenta eléctrica que alarmó a muchos vecinos y fue comentario obsesivo en los días que siguieron. Además de varios rayos,  registraron la aparición de centellas. . UNA   centella habría recorrido a fantástica velocidad la falda norte (la que mira a la ciudad) de la Sierra de las Ánimas.
Aunque no quedaron huellas de quemazones ni otros efectos, muchos vecinos daban fe de su veracidad.  Por un tiempo no hubo otras noticias.
Pero poco después comenzó a rodar la versión de una energía que emanaba de las rocas de algunos lugares. Y se corrió la voz de que esas emanaciones eran curativas.
La versión pareció olvidarse hasta hace unos años en que algunas señoras de edad madura contrataron, por separado, los servicios de un avión extra liviano para sobrevolar la sierra con el ánimo de recibir esas emanaciones energéticas.  Dice mi informante que se escuchaban suspiros y aspiraciones tan fuertes que parecían estremecimientos y jadeos de amor más que sólo una respiración forzada. 
Pasado un tiempo, no han vuelto a registrar tales experiencias, ni nadie ha dado fe de su eficacia, ni se volvió a hablar del tema.
.  El hálito esotérico que flota sobre Las Ánimas les aporta un nuevo misterio. Todo lo no explicado aún, parece concentrarse en ellas.



El  lunes tendremos una  oportunidad  de aproximación a las animas y seguir contribuyendo al imaginario colectivo  del lugar
Buenaventura
EQ A1