Es empresa inútil desligarse del pasado para pensar
solamente en el futuro.Es una ilusión incluso peligrosa
el hecho de creer que sea posible.La oposición entre
futuro y pasado es absurda. El futuro no nos lleva a
nada, no nos da nada; somos nosotros quienes, para
construirlo, hemos de dárselo todo,incluso nuestra vida.
Pero para dar es necesario poseer, y nosotros no posee-
mos otra vida, otra savia que los tesoros heredados del
pasado y digeridos, asimilados, recreados por nosotros.
Entre todas las exigencias del alma humana no hay
ninguna tan vital como la del pasado.
Simone Weil.
sábado, septiembre 15, 2007
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