domingo, octubre 09, 2011

Chillida y el alabastro







Estimados

A principios de los años sesenta, Eduardo Chillida, un artista que hizo del trabajo con hierro su seña de identidad, se dejó seducir por el alabastro, un mineral soluble en agua que, como el talco, se puede rayar con una uña.

Tras un viaje a Grecia en 1964 decidió que era el material perfecto para "hacer una obra en la cual la luz pudiera entrar dentro", como explicó posteriormente.

De esa necesidad de introducir la luz dentro de la materia nacieron unas 80 esculturas.

"El alabastro se tenía por un material menor y Chillida dio la vuelta a esa consideración",

El montaje de las esculturas se basa en la colocación de la iluminación en su base para dar énfasis a la intención de que la luz se proyecte desde su interior.

Casi como luz irradiada interior perteneciente al material .

Una luz "blanca", la del Mediterráneo, que el artista quiso atrapar en sus alabastros, frente a lo que él llamaba "luz negra" del Cantábrico.

Chillida trabajó el material traslúcido como objetos más o menos cúbicos y horadados que remiten al juego entre el espacio interior y exterior

"Respeto enormemente el material e intento poner en relación con mi trabajo los problemas del material.

No los elijo por cuestiones o parámetros estéticos.

Normalmente, mi eleccción del material depende del preconcepto, de la idea que estoy desarrollando", escribió el artista.

El alabastro es como un entero monolítico que se deja seducir por la luz.

Chillida adopta este material permeable a la luz como

"el universo del que parto...... Trabajo su interior y creo en ella un espacio en relación al universo".

Así del duro acero pasamos a una de las piedras más maleables, moldeables y con una especie de luz interior que la hacen única para algunos trabajos escultóricos, el alabastro...

Eduardo Chillida parece develar tras las niebla esos rincones íntimos de los que nos habla el cantor vasco Mikel Laboa en esta hermosa canción, titulada Geure Bazterra

La traducción de"Nuestros rincones" dice:

Amo nuestros rincones
cuando la niebla

me los esconde
cuando no me deja ver

que es lo que oculta
pues entonces comienzo a develar
lo guardado;

aquellos rincones

que comienzan

a surgir dentro de mi.


Marcelo


3 comentarios:

Salvador Schenone dijo...

Hay una Tríada de escultores vascos, siendo chillida el más marketinero por decirlo de alguna manera. Los otros grandes escultores son Remigio Mendiburu y Jorge Oteiza.

Anónimo dijo...

oteiza un grosso

andy dijo...

socorro tengo un hijo adolescente!
no mentira, se me acaba de romper el ladrillo de 1. 200. Necesito recomendaciones docentes!!!